jueves, 25 de enero de 2018

Su nueva droga.

Siempre se consideraba una persona fría cuando se trataba de relacionarse con los demás, cuando el asunto a tratar era ella misma o sus sentimientos. Es cierto que siempre ha sido una chica entregada al resto, de anteponer las necesidades de los otros a las suyas propias, pero le es algo innato, algún defecto de fábrica. Siempre se sentía mejor cuando ayudaba a sus conocidos. 

Sin darse cuenta, algo empezó a cambiar. Aunque se comportaba de la misma manera, pensaba igual y sentía de forma similar a días anteriores, algo le hizo empezar a ser diferente, a ser más consciente de ella misma, de su interior. Cuando hacia memoria, sólo podía recordar el haberse sentido de forma similar en una ocasión, cuando conoció por primera vez el amor. Es cierto que aquello era diferente para ella porque nunca antes lo había conocido, pero después del primero vinieron otros tantos, con los que si compartía algún tipo de afecto, ó en ocasiones ni eso, solo algún tipo de entretenimiento. 
El tiempo fue pasando, y esta sensación se fue perdiendo, haciendo que volviera a ser esa fría y áspera persona, aunque sí había logrado ser más abierta con la gente y casi no le costaba relacionarse con la gente, seguía escondiendo sus sentimientos y ocultando sus emociones, mostrándolas rara vez en soledad.

El tiempo fue pasando y su vida no parecía cambiar, hasta ya había pensado que sería así para el resto de los días. Sin más, cierto día le conoció a él, un chico normal, como cualquier otro, con el que empezó a mantener una conversación tras otra. Al principio no pensaba que fuera algo más que unas simples conversaciones, pero algo de él era diferente al resto, una diferencia que le bastó lo suficiente para fijarse en él. Los días pasaron, y al principio no era difícil soportar el no verle, no olerle o no escucharle en directo. Fue empeorando. Ahora, la mayor parte de su tiempo la dedicaba a pensar en él, siempre presente en su cabeza. Después empezó a restar los días que faltaban para volver a quedar con él, y por las noches sentía como invadía sus sueños, cada vez más. Siguió extrañándole en cada momento que no estaba junto a ella, deseando numerosas cosas que hacer con él. Se reconoció como una persona fría pero a la vez sensible, fuerte y débil a la vez, y sabía que aquello solo era por culpa de él.

Volvía a necesitar estar a su lado, sentirle cerca de ella… sentir como él, su droga, le hacía sentirse viva, sentirse ella.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Me alegro mucho de que te encantara, siempre es un placer y es super agradable escribir y leer comentarios de este tipo, un millón de gracias.

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